Los expertos recuerdan que estas pautas son «más eficaces cuando las
viven los propios educadores: padres y profesores»
Para que la educación de los
hijos sea efectiva los padres y los profesores deben primero predicar con el
ejemplo. Un grupo de expertos
ofrece siete claves para educar mejor a los hijos:
1. Ejemplo y cariño: Para educar
a los hijos cuida primero tu educación. Si cultivas tu crecimiento personal
podrás ayudarles mejor. Eres su referencia, y el ejemplo es lo más eficaz. O
influyes tú o lo harán otros. No hay ambientes neutros. Sé siempre positivo.
Destaca lo bueno cuando corrijas lo malo. Puedes conseguir y mantener la
autoridad combinando la razón y el cariño. Tu afecto es la base que da a los
hijos la seguridad necesaria para asumir los “riesgos” que implica su crecimiento.
Mantén un tono de educación y respeto. El aprecio por uno mismo lleva al
aprecio de los demás.
2. Autoestima: Todos tenemos algo
bueno. Poténcialo. Para poder relacionarse bien con los demás, primero en la
familia, y después en el colegio, es necesario que los hijos tengan una buena
autoestima, es decir, que se conozcan, se acepten (superándose) y se quieran,
tal y como son. Así podrán también aceptar y ayudar a los demás. Al mismo
tiempo, ten en cuenta que la sobreprotección dificulta el desarrollo y la
maduración afectiva de tus hijos.
3. Límites y seguridad: Atrévete
a decir lo que está bien o está mal. Los hijos necesitan que les pongas
límites. Eso les da seguridad. Cuéntales tus experiencias: aciertos y errores.
La perfección es enemiga de lo bueno. Acompáñales en el ejercicio de su
libertad para que puedan tomar sus propias decisiones y asumir las
consecuencias.
4. Orden: Enséñales a ser dueños
de su tiempo, para emplearlo con libertad. Por ello es aconsejable que pactes
con ellos un horario que les ayude a planificar y organizar su actividad,
también en el uso de dispositivos electrónicos e internet. Esto les facilitará
el orden en otros ámbitos, en su habitación, en casa, el colegio, etc.
5. Expectativas y comunicación:
Confía en tus hijos. No los veas como son, sino como lo que pueden llegar a
ser. Tus altas expectativas, siendo objetivas, les ayudan a mejorar, porque
perciben de forma positiva lo que se espera de ellos. La comunicación
familia-escuela y tu implicación en el colegio les transmite que la educación
es importante. Aprende a hablar con tus hijos, desde pequeños. La comunicación
con un adolescente empieza con el primer biberón. Ponte al día, acepta el reto
tecnológico, porque facilitará el diálogo sobre los temas que les interesan.
6. Consumo responsable: Ayúdales
a descubrir el valor de lo que no se compra con dinero. Desde pequeños,
enséñales a valorar las cosas, a saber lo que es necesario y lo que no lo es.
Esto les preparará para aceptar las carencias y superar las inevitables
frustraciones del día a día. Es bueno que aprendan a esperar, a tener
paciencia. No les des todo lo que piden y en cualquier momento.
7. Solidaridad: La familia es el
primer lugar donde aprender a estar pendientes de los demás. La solidaridad se
debe vivir luego en la escuela, con los propios compañeros, y después fuera de
ella. Ten en cuenta que la adolescencia es el momento idóneo para promover
competencias sociales y solidarias. Ayúdales a alcanzar y valora esas
habilidades, capacidades y virtudes sociales, ya que contribuirás al desarrollo
de sus competencias en el ámbito personal o profesional.
Fuente: Publicado en ABC.es
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada